CÉSAR: Sabes qué le diría al “mono sapiens”? MIGUEL: ¿Acaso hum hum hum? Y te rascarías...Ja ja. No debes culparlo , todavía le falta evolucionar... CÉSAR: Sin embargo, habría que decirle algo, para que salga de ese estado. MIGUEL: ¿Qué le dirías? CÉSAR: Tu sufres de una glándula endocrínica, se ve, o quizá sufres de mí, de mi sagacidad escueta, tácita...
MIGUEL: Bien decía mamá que esta vida es un sólo camino. ¿Tiene ella su cajita? CÉSAR: Sí, esta es la cajita del encuentro. MIGUEL: Cuéntame CÉSAR: He encontrado a una niña en la calle, y me ha abrazado, equis, disertada, quién la halló y quién la halle no la va a recordar...
MIGUEL: De niño me decías, que cuando crecieras, te dedicarías a querer a todos, que el cariño redime. CÉSAR: : Pienso eso todavía. La infancia es formadora ¿no hermano?. Jugando aprendemos a conocernos, pero sobre todo somos felices. MIGUEL:¡Qué lindo es ser niños!